martes, 9 de julio de 2013

Primera etapa: MÉRIDA - CÁCERES

TRACK ALOJADO EN WIKILOC DE LA PRIMERA ETAPA:

Llegó el día de dar nuestras primeras pedaladas en nuestro Camino hacia Santiago de Compostela. El día antes fuimos a poner el sello de inicio a nuestras Credenciales en la Concatedral de Mérida. Cerrando detalles y haciendo las últimas compras decidimos salir a las 7.00 horas de la mañana para evitar que se nos echara el calor en la jornada inicial. A pesar de todo, con las últimas comprobaciones, la puesta a punto en la mecánica de nuestras bicicletas y quizás los nervios que llevábamos por dentro nos hacen retrasarnos una hora en nuestra salida el día 25 de Junio de 2013.
Cuatro somos, Esteban, Javi, Aurelio y un servidor, Jairo, los que finalmente emprendemos el Camino desde Mérida, partiendo desde mi domicilio, situado en la Barriada de Nueva Ciudad. Después de realizarnos la foto de rigor todos juntos, nos dirigimos hacía el Puente Lusitania, en el que compartimos asfalto con peatones.
 
Official Photo Team

Al cruzar el mismo, giramos a la izquierda para proseguir nuestra marcha por la Avenida José Fernández López donde dejamos a nuestro lado izquierdo el Albergue de Peregrinos “El Molino de Pancaliente”. Es ahí donde se une un compañero de viaje, Alberto, de Bilbao, quien hizo la primera etapa con nosotros hasta Cáceres, aunque él prefirió por tema de agenda terminar unos diez kilómetros más adelante, en Casar de Cáceres. Poco a poco fuimos dejando la ciudad de Mérida y  nos íbamos acercándonos al Embalse de Proserpina por el carril bici que existe ya desde hace unos años y que es muy transitado en estos meses por cientos de peregrinos que van a pie y en bicicleta. A continuación, transitamos por una carretera de un asfalto algo deteriorado y con algún que otro socavón con el que debemos tener cuidado de no toparnos. Siempre dejando a nuestra derecha el Lago de Proserpina proseguimos hasta un punto en el que debemos de girar a nuestra izquierda para coger un camino con bastante arena y numerosos surcos propiciados por las lluvias caídas en días anteriores. Superado este tramo, donde más de una vez debemos de poner pie a tierra para no caer, llegamos a la primera localidad después de Mérida, El Carrascalejo. Se trata de una pueblo muy pequeño sin ningún tipo de servicios por lo que decidimos proseguir nuestra marcha hacia el siguiente municipio, Aljucén, donde pararemos a desayunar. Desde El Carrascalejo hasta Aljucén se transita por un camino de tierra en muy buenas condiciones con algún que otro repecho que nos ayuda a romper a sudar en estos primeros 18 kms que ya llevamos aproximadamente.
Desayunando en Aljucén

Una vez desayunamos, la siguiente localidad será Alcuéscar, a la cual se llega por un camino que transita a través del Parque Nacional de Cornalvo. Este camino hasta llegar a la primera localidad de la provincia cacereña por la que pasamos es bastante variado, desde tramos muy aptos para pedalear hasta otros más duros con bastantes piedras sueltas y alguna que otra fuerte pendiente, aunque corta. No en vano, hay que decir que salimos a una altura de 198 metros en Mérida y llegaremos a Cáceres rozando los 500 metros de altitud.

Rampas por la zona de Cornalvo antes de llegar a la localidad de Alcuéscar

Es en el Ayuntamiento de Alcuéscar donde ponemos nuestro segundo sello de la Credencial, ya que desde un principio decidimos poner tres sellos en cada jornada que realicemos. Es en esta localidad, mitad de esta primera etapa, donde aprovechamos para tomar un refresco y descansar algo nuestras piernas para así continuar de nuevo hacía las siguientes localidades, Casas de Don Antonio y muy cerca de ésta, Aldea del Cano. El camino discurre por una vereda muy bien definida y en buen estado para ir en bicicleta y es aquí donde empezamos a ver los primeros Miliarios y pequeños puentes romanos de nuestro camino.
Puente romano a la entrada de Casas de Don Antonio
Miliario "Buzón" llegando a Aldea del Cano
  
Una vez pasado Aldea del Cano decidimos coger unos kilómetros por la solitaria carretera N-630, pues el camino original de la Vía de la Plata se va volviendo cada vez más difícil de transitar debido a la enorme vegetación por esta fecha. Pasados este escollo, donde resultaría fácil de pinchar alguna rueda, volvemos a adentrarnos una vez mejora por el camino para buscar la penúltima localidad de la jornada, Valdesalor. Hasta llegar aquí atravesamos el Campo de Vuelo “La Cervera”, en la que podemos divisar lo hangares y las pistas de vuelo hechas de tierra. Es por esta zona donde os puedo asegurar que se nos hizo más dura la jornada, bien por la hora a la que pasamos (14.30h), sumado además por la escasa vegetación que no nos ofrecía ningún tipo de sombra donde cobijarnos.

Pedaleando en busca de Valdesalor

Estos factores nos hicieron pedalear algo más rápido para poder llegar a Valdesalor con el fin de tomar un nuevo refrigerio y llenar los bidones de agua para afrontar los últimos 10 kms. hasta llegar a Cáceres. Estos kilómetros finales que trascurren íntegramente por carretera nacional son en continuo ascenso y se termina coronando el Puerto de las Camellas de unos 480 metros de altura. Una vez superado esta dificultad, dejando el Cuartel Militar del CEFOT a nuestra izquierda ya podemos ver a lo lejos el Recinto Ferial y el Centro de Transporte de la ciudad cacereña donde se encuentra el cartel de la ciudad de CÁCERES. Para terminar esta jornada decidimos ir a su espectacular Plaza Mayor para poner el último sello de la primera etapa en el Ayuntamiento, que curiosamente nos lo encontramos abierto a las 18.00 horas. FIN DE LA PRIMERA ETAPA.  
 
En la Plaza Mayor de Cáceres 
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ALOJAMIENTO 
Aunque la ciudad de Cáceres es paso obligatorio para todo peregrino que realiza el trazado por la VÍA DE LA PLATA, hay que decir que no posee ningún albergue de peregrinaje, estando únicamente como posibles alternativas el Albergue Municipal (En torno a los 20€ - algo caro) y/o pensiones u hostales con un precio similar.
Nosotros en esta ocasión tuvimos la suerte de pernoctar en el piso de nuestro amigo Nacho, el cual nos dio cobijo en nuestra primera noche. Algo que debemos de agradecerle enormemente, al igual que a nuestra amiga Giovanna, quien también nos ofreció su piso para descansar.
En Cáceres también nos visitó el amigo Juli, quién cenó con nosotros cuatro y nos dio animos para proseguir con nuestro camino.


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